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Hace sesenta años atrás, se publicó por primera vez en español el libro del escritor inglés Cyril Connolly "La tumba sin sosiego: el ciclo verbal de Palinuro" (1944) por la prestigiosa Editorial Sur, creada por la intelectual argentina Victoria Ocampo. Del libro en cuestión, traducido magistralmente por Ricardo Baeza, podría decirse que ha recorrido todo este tiempo sin envejecer en lo más mínimo. Es una compilación de prosa exquisita, formada de anotaciones, aforismos e ideas despiadadas sobre el amor, el miedo, la vanidad, la pereza y la literatura entre otros temas, inspirada en la leyenda de Palinuro ("La Eneida" de Virgilio), personaje con quien el autor se identifica. El mito y la crítica La historia cuenta que Palinuro era el piloto de la nave de Eneas, que lo llevaría a Italia después de la destrucción de Troya. Pero a causa del dios Neptuno, que lo exigió como ofrenda, el piloto cayó dormido al mar, arribando a una playa donde lo asesinaron para robar sus ropajes. Desde entonces, Palinuro no tendría sosiego al quedar sin sepultura, hasta que Eneas desciende al inframundo donde sepulta y da descanso a su navegante en el infierno. Cyril Connolly, si bien fue un escritor exitoso, conoció el fracaso con su primera y mala novela "The rock pool" (1936), y desde entonces se dedicó a la crítica, llegando a ser un guía para la literatura inglesa. De hecho Connolly definió irónicamente la función del crítico, como escribe en "Noventa años reseñando novelas": "Al crítico sólo lo dejaran en paz si se presenta como la némesis del creador, alimaña despojada por los dioses del fuego de la creación". |